lunes, 28 de julio de 2008

La Cançò de Ruscalleda

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El corazón evoca lo que se queda
prendido en la memoria del paladar,
me fío de los ojos de Ruscalleda,
del cielo de su boca en Sant Pol de Mar.
De sus manos tan sabias en los fogones,
de sus versos de tinta de chipirón,
de su cante huertano por camarones,
su congrio, su sofrito, su rovellón.
Reinando entre lo crudo y lo bien cocido,
entre la tradición y la modernez
te receta una coca con mi apellido,
un pollo de corral, un erizo, un pez.
Le pone a su espardenya tacón de aguja,
su alcachofa se viste de flor de lis,
la Pompadour alterna con la maruja,
Tirant lo Blanc almuerza con Amadís.
La gamba es, inter pares, la prima donna,
y el Sant Pau, el liceo del buen yantar,
universal, provincia de Barcelona,
Maresme en la sartén, comer y cantar.

Joaquin Sabina
Interviú, 2008

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lunes, 21 de julio de 2008

La misma canción

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Uno escribe siempre la misma canción
sobre un niño con cara de viejo
que se atreve a volar bajo el cielo marrón,
que agoniza detrás del espejo.

Uno canta siempre la misma canción
otra noche en el bar de la esquina,
cerca de la estación donde duerme un vagón
cuando el tiempo amenaza rutina.

Uno sueña siempre la misma canción,
abanico de fuego en la nieve,
cuando el sol envejece al caer el telón
y es tan tarde la vida y tan breve.

Uno empieza siempre la misma canción
con los mismos acordes gandules,
con el mismo trabajo y la misma obsesión,
con andrajos de velos de tules.

Uno inventa siempre la misma canción
del poeta borracho y su musa,
del teclado mellado del acordeón,
del pecado mortal sin excusa.

Uno rumia siempre la misma canción
como un perro ladrando a la luna,
con la misma trompeta y el mismo trombón
de mariachi que estuvo en la tuna.

Uno acaba nunca la misma canción
sobre un viejo con alma de niño
que no pierde ocasión de afinar su cajón
de psicópata barbilampiño.

Joaquin Sabina
Interviú, 2008

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viernes, 18 de julio de 2008

Los viudos del gran maestro

-Jorge Semprún, Joaquín Sabina, José Emilio Pacheco y Luis García Montero

No era una cátedra, ni el patio de ninguna Universidad. Fue sobre la arena, sin aspavientos. Sin cómodas sillas con reposamanos ni respaldos reclinables. La playa de Poniente acogió ayer toda una demostración de que lo importante no es el lugar, sino la esencia de la literatura y la poesía.

Joaquín Sabina, José Emilio Pacheco y Luis García Montero protagonizaron una lectura poética sobre la arena, que sirve como aperitivo para la noche de los versos que hoy rendirá homenaje al desaparecido Ángel González. Sobre el poeta asturiano habló Sabina, recién llegado a Gijón: «Este hotel huele a Ángel González; la noche y la ciudad, todo huele a Ángel González». Y, junto a sus compañeros de recital, se definió como un «viudo inconsolable» del gran maestro del verso.

Precisamente, fue el recuerdo y el cariño al poeta asturiano lo que propició que José Emilio Pacheco se decidiera a acercarse a Gijón. El reconocido poeta mexicano admite que, pese a su excelente relación con Paco Ignacio Taibo y Paco Ignacio Taibo II, que ya lo habían invitado a acudir con anterioridad, siempre tuvo «cierta timidez». Una timidez que este año decidió romper para estar presente en el homenaje a uno de los grandes. «Yo quería mucho a Ángel González, así que después de su muerte he querido estar aquí para el homenaje que se le tributa», explica, al tiempo que muestra su satisfacción y su gratitud por la gran acogida que ha recibido en Gijón. «No esperaba encontrar esta respuesta. Creo que me voy a volver engreído y vanidoso», bromea Pacheco.

También para Jorge Semprún fue la primera vez. Había sido invitado en varias ocasiones, pero hasta este año no le fue posible aceptar y ahora lamenta «no haber venido antes, porque es un lugar muy interesante; una mezcla un poco extraña, pero muy original de feria, juerga, jolgorio, cultura, libros y debates serios. Es impresionante», afirmó.

No en vano, en la carpa de encuentros de la «Semana negra» no cabía un alfiler cuando, horas antes, comenzaba su intervención y, al finalizar, la cola de personas esperando conseguir una firma del conocido escritor madrileño residente en París salía del recinto y se extendía sobre la arena.

El que fuera militante del Partido Comunista, exiliado en Francia y ex ministro de Cultura en el Gobierno de Felipe González, no dejó traslucir el cansancio que, sin duda, acumula una jornada de comparecencias, charlas y fotos que comenzaba a primera hora de la mañana. Atendía amable, con una gran sonrisa, como si sus 85 años no pesaran en absoluto.

También Sabina fue abordado en plena calle por el escritor colombiano Nahum Montt, quien le hizo entrega de su obra «El libro de Lara», en el que se incluyen unos versos del tema del jienense «Noche de bodas». «Una vez le dije a mi mujer que lo que más deseaba era hacerme una foto con Sabina prendiéndome un cigarrillo», manifestaba emocionado el colombiano. Ayer vio cumplido su sueño.

Fuente: Diario La Nueva España.

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jueves, 17 de julio de 2008

Enemigos Intimos

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Nota para la revista Rolling Stone (Argentina) 16.07.2008


¿Cómo recordás, diez años después, la grabación del disco y las peleas mediáticas?

Con cariño. Como ve uno todo con el tiempo: con amor. El no estaba en su mejor momento, y yo creo que ni él ni yo supimos comprender eso. Yo por mi obsesión al trabajo y por intentar arribar a un disco hermoso, y él porque no sabía cómo comportarse en medio de la crisis. Fue una explosión, dos personas desencontradas. Pero triunfó nuestro lado gentil, nuestro lado amable y nuestro aspecto caballeroso. Siempre les quito relevancia a las peleas.

¿Cómo evolucionó la relación?

Yo estaba acá cuando se quebró todo. Había venido a acompañar a Cecilia, que estaba haciendo Todo sobre mi madre, y me fui a ver Los amantes del círculo polar [la película de Julio Medem]. Salí del cine y eran las cuatro de la tarde. Empecé a caminar y en un momento me di cuenta de que estaba a dos cuadras de la casa de Joaquín. Le toqué el timbre, y me recibió muy sorprendido después de todo aquel escándalo, pero estuvo muy amable igual.

“Me fui, me voy de vez en cuando a algún lugar”, dijo el poeta…

Exacto. Y en un momento me di cuenta de que estaba cerca y dije: “Le voy a tocar el timbre; yo soy un caballero, no tengo nada que ocultarle a nadie y menos a él”. Joaquín… es un hombre que quiero de verdad. Lo aprecio mucho. Y después de eso, amigos. Con mucha elegancia, por supuesto.

Ustedes empezaron a grabar Enemigos íntimos en el 97, pero me imagino que venías escuchando su música del mismo modo que él escuchaba la tuya desde hacía varios años…

En San Pablo escuché Yo, mi, me, contigo (1996) y el segundo tema es aquel que dice: “Ymorirme contigo si te matas, y matarme contigo si te mueres, porque el amor cuando no muere mata, porque amores que matan nunca mueren”, que en realidad es un refrán del romancero gitano. El lo pone allí perfecto: ése es su gesto artístico. Y yo pensaba que lo había escrito él y lo llamo por teléfono desde San Pablo y le digo: “Joaquín, tenemos que hacer ¡ya! un álbum”. Y fue una experiencia única: aprendí muchísimo de la vida. Si bien las formas en general las planteaba yo, en algunos casos tuve que musicalizar en base al texto escrito. Así arrancó en realidad el vínculo. Yo no lo escuchaba tanto a Joaquín, fue a partir de ese tema de ese disco.

¿Qué es lo que más te gusta de su obra?

Joaquín tiene una melancolía alcohólica que es extraordinaria, con frases secas y lapidarias te diría, de una precisión científica. “Me aburro en los entierros de mi generación”, por ejemplo. O “la liturgia del abecedario”… “Y ya que me preguntas te diré que sé lo que es tener 14 años y estar muerto, lobo de mar anclado en la ciudad, cansado de olvidar una mujer en cada puerto. Impúdico animal sin pedigrí, adicto al elixir del corazón de las botellas, misógino aprendiz de seductor que canta rock & roll para exigirle a las estrellas: ojos que aprendan a mirar, labios que quemen, sabios que enseñen a besar, delirium tremens”. Qué más querés que te diga…

Toda la nota en rollingstone.com.ar


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lunes, 14 de julio de 2008

Entre congresos

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Lo políticamente correcto
causa el efecto
contrario en uno,
la razón del montón me es ajena,
cuando ellos cenan
yo desayuno.

Como a veces perdemos el paso
durmiendo al raso,
creyendo en nada,
al rebaño de los bienpensantes
ciertos cantantes
le dan arcadas.

Atribula la tribu de enfrente,
tan consecuente
con su ignorancia,
tan monótona, tan desabrida,
tan mal cosida,
tan sin sustancia.

Los burócratas no se divierten,
todo lo invierten
en purgatorios,
la moción que descarta la duda
más que a autoayuda
huele a velorio.

Los atados a falsos amores
se hacen mayores
pero no crecen,
mercaderes de su propia sombra
si uno los nombra
se desvanecen.



Joaquin Sabina
Interviú, 2008

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martes, 8 de julio de 2008

El cineasta Ramón Gieling presentará en Úbeda el documental "Joaquín Sabina, 19 días y 500 noches"

El cineasta holandés Ramón Gieling presentará el próximo miércoles en el teatro Ideal Cinema de Úbeda (Jaén) el documental "Joaquín Sabina, 19 días y 500 noches" que retrata el "radical" cambio de vida del cantautor ubetense después de que en 2001 sufriera una embolia. Será la segunda vez que la película sea proyectada en España, después de que participara en el Festival Documenta de Madrid.
La proyección de "Joaquín Sabina, 19 días y 500 noches'"se enmarca dentro de los actos previos organizados por el Ayuntamiento de Úbeda y la Asociación BSOS pirit, que volverá a traer hasta Úbeda a los compositores "más relevantes" del panorama nacional e internacional en el IV Congresos Internacional de Música de Cine "Ciudad de Úbeda".
La cita es en el Palacio de Congresos Hospital de Santiago.

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lunes, 7 de julio de 2008

Esos locos bajitos

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Vengan lo de Arconada con sus rabonas,
sus sombreros con túneles al revés,
parecen un Atleti de Barcelona
o el arsenal de un Betis aragonés.

Esos locos bajitos de Zapatones,
los del toque exquisito con rhythm and blues,
galácticos de Móstoles, respondones
al gol de Marcelino contra la URSS.

Niño, no dejes de joder con la pelota,
niño, brilla más que Villa, corre más que Torres,
cómete a Zambrotta.

Peloteros jugones del tiqui taca
que hacen malabarismos con el balón,
defienden en pandilla, y, mientras atacan,
coronan a Casillas contra Buf fon.

Distéfanos culés, Zidanes manchegos,
Maradonas de Asturias, Cruyf fs de arrabal,
Eusebios valencianos, Pelés gallegos,
Platinis del dream team de Villarreal.

Niño, no dejes de joder con la pelota,
niño, brilla más que Villa, corre más que Torres,
cómete a Zambrotta.

Nunca fueron tan rojos los españoles,
ni el cerrojo de Putin tan perdedor,
Merkel y Berlusconi no marcan goles,
Zapatero es un culo con una flor.

Niño... etc.

Joaquin Sabina
Interviú, 2008

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martes, 1 de julio de 2008

TORPE COMO UN SUICIDA SIN VOCACION

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Quería compartir con todos ustedes un articulo que tuve la suerte de leer y el cual sentí como propio en casi toda su extensión, se trata de un Sabinero que cuenta su primer contacto con la música de Joaquín y como esta paso a formar parte de su vida diaria.

TORPE COMO UN SUICIDA SIN VOCACIÓN

No debería contarlo y sin embargo. Joaquín Sabina

Cuando alguien padece una obsesión realmente los que la sufren son quienes conviven con el que se encuentra preso de ella. En mi caso tengo que confesar, amigo lector que yo tengo por lo menos una: escuchar a Joaquín Sabina. Sé que Omar y Rolando lo sufren a veces calladamente y otras no tanto. En algunas ocasiones se muestran francamente molestos. "Ya quita tu pinche Sabina" me dicen y yo me hago como dijo aquél clásico de la política: o sea, ni los veo ni los oigo.
La verdad es que Sabina me ha gustado desde la primera vez que lo escuché hace ya casi veinte años, cuando una amiga, una madrugada de tequila y alquitrán, me pasó un cassette regrabado y me dijo: "Escúchalo, está bien chido." Me guardé la grabación en la bolsa de la camisa sin darle mucha importancia. Son cosas que en las borracheras siempre se dicen. A la mañana siguiente, cuando un infame sol me despertó ya pasado el mediodía noté que algo sonaba en mi camisa, sólo entonces recordé la cinta. Con una resaca terrible me puse de pie y metí el cassette en la vieja grabadora Panasonic de mi papá. Lo primero que escuché fueron las notas suaves y casi imperceptibles de "Eclipse de mar".
En mi vida he tenido momentos emocionalmente memorables vinculados sobre todo con la literatura. Las muertes de Don Quijote, Rocamadour, el Coronel Aureliano Buendía, Roberto Jordán en la Inmortal novela de Hemingway y asuntos más o menos así, todos ellos son momentos que han quedado para siempre en mi interior. Creo que escuchar aquel disco se convirtió justamente en uno de esos instantes, fue lo que se dice un verdadero hallazgo. No sabía que desde la música, digamos comercial, se pudieran decir esas cosas ni de esa manera.
Desde entonces no he dejado de escucharlo. Se convirtió en mi compañero y en cómplice sentimental. Sabina tiene el don de los buenos poetas que saben decir con total exactitud dónde es que le duele a uno. Nos conocen mejor que nosotros mismos. Sé que habrá algunos que pensarán que estoy loco si afirmo que Joaquín Sabina es un poeta. No me importa, en el fondo son los mismos que me dicen que José Alfredo Jiménez no es un verdadero filósofo y que Rockdrigo González no es realmente un profeta. Allá ellos. Ya quisiera ver a muchos de esos "poetas" (que incluso han ganado premios literarios) escribir un soneto perfecto como los que escribe Joaquín.
A partir de mi primer encuentro con la obra de Sabina, aprendí a decir mentiras piadosas, he dado buenos golpes con un par de cuates, me di cuenta que las amarguras no son amargas cuando las canta Chavela Vargas. Supe que yo no era el único en no hacerle ascos a la última copa ni al próximo bar. Me encontré con que hay mujeres que dicen que sí cuando dicen que no, me enteré del verdadero nombre de la calle donde he vivido siempre y que no es otro que la melancolía. Le dio forma a la ausencia y describió lo tristes que son los besos que se viven entre el humo y la risa. Como gran poeta ha definido mejor que nadie al amor: Un juego en el que un par de ciegos juegan a hacerse daño. Y sí, me enseñó que cuando se dice lo que se piensa sin pensar en lo que se dice una veces se reciben besos y otras bofetadas, ¿qué se le va a hacer? Obviamente me han dado las diez y las once y la una y las dos y las tres.
Cuando muchos años atrás, decidí que quería escribir, al igual que Joaquín, me propuse la ingenua e imposible tarea de pretender escribir la novela más hermosa del mundo y sería una novela tal, que hablaría sobre esas lágrimas que sirven para llorar cuando valga la pena y si no se llamó "Quién me ha robado el mes de abril" se tituló en cambio "Todavía no es abril". No soy yo nadie para juzgar el resultado, el caso es que la novela se escribió.
Incluso cuando inicié a escribir esta columna y me dijeron que saldría los lunes me pareció que era un día excelente que coincidía con la ya citada "Eclipse de Mar".
Pero nada decía la prensa de hoy de esta sucia pasión
de este lunes marrón
del obsceno sabor a cubata de ron de piel
del olor a colonia barata del amanecer
hoy amor, como siempre
el diario no hablaba de ti
el diario no hablaba de ti
ni de mí.

Tenía la oportunidad de que el diario sí hablara de mí y de ti. Como puede ver amigo lector, mi gusto por Sabina es mucho. Me gusta porque ambos vemos con escepticismo los amores civilizados y si nos dan a elegir entre las dos Majas de Goya elegimos la misma que seguramente es la que usted también elegiría, amigo lector. La verdad es que una vez que se mete uno en su rollo lo encuentra verdaderamente poético. Tiene frases que el mismo Mario Benedetti ha adoptado como epígrafes de sus poemas y justo una de ellas dice: "Más vale que no tengas que elegir entre el olvido y la memoria".
Son muchas y muchas sus canciones, aparte de sus libros de poemas y de su papel como crítico y activista político. La verdad es que Joaquín Sabina es lo que se dice un genio en toda la expresión de la palabra. Sólo un tipo como él pudo describir el estado interior del hombre moderno al que Cupido ha abandonado. Lo describe con una de las comparaciones más geniales que he leído:
Torpe como un suicida sin vocación,
así estoy yo,
así estoy yo sin ti.
Si quiere amigo lector, yo lo invito a escucharlo, nos tomamos juntos unos tragos a la salud de Joaquín, de la música y de la poesía; ¿cómo ve? sirve que me cuenta ahora sí sobre sus "amores contrariados" como diría Gabriel García Márquez (Cuate de Joaquín por cierto) ¿Qué le parece, acepta?

Mario Hernandez Gonzalez
Coordinador de Talleres de Lectura Municipales, Aguas Calientes, Mexico.

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Dicen que Dylan

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Gasta sombrero de castor y viejas botas,
luce un bigote menos Groucho que Chaplin,
sin él mi vida hubiera sido más idiota,
dicen que Dylan anda suelto por aquí.
Rasca el piano y la guitarra a su manera,
sopla una armónica, canta con la nariz,
she’s like a woman me tiró por la escalera,
dicen que Dylan anda suelto por aquí.
Los de la Expo lo han sacado en rogativas,
claro que sé quién me ha robado el mes de abril,
no hay mejor musa que un amor a la deriva,
dicen que Dylan anda suelto por aquí.
Look talibán de trovador de Minnesota,
del Greenwich Village al Olimpo de París,
atina más si desafina cualquier nota,
dicen que Dylan anda suelto por aquí.
Aunque un mal día le besó el anillo al papa
se lo perdono porque blowing in the wind
porque sacude el corazón por la solapa
dicen que Dylan anda suelto por aquí.
Hace unos años nos cruzamos por la calle,
llevaba puesta su camisa de arlequín,
no me atreví a balbucear nunca te calles,
dicen que Dylan anda suelto por aquí.
Por su diván cruza la noche una autopista,
brilla en su cuello una medalla de carmín,
el escenario es el hogar del trapecista,
dicen que Dylan anda suelto por aquí.
No esperes nunca que vomite o finja un hola,
genio y figura, Kansas City es Chamberí,
si muere el cielo, si es agosto y estás sola,
dicen que Dylan anda suelto por aquí.

Joaquin Sabina
Interviú, 2008

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